Fundación para la Cultura del Vino

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Con motivo de la celebración de Madrid Fusión 2024, La Fundación ha estado presente en el magnífico debate y propuesta “50+50+50 de Pedro Ballesteros Torres MW donde invitó el 31 de enero a visibilizar públicamente a las marcas que generan enorme valor estando entre las 50 principales de un país como imagen, porque son capaces de producir 50.000 botellas y alcanzan más de 50€ como imagen de marca país. La Fundación tiene la fortuna de contar con algunas de ellas que estuvieron presentes en la mesa de debate: Pablo Álvarez por Vega Sicilia, Guillermo Aranzábal Bittner por La Rioja Alta S.A, y el contertulio José Ramón Urtasun, director de Remírez de Ganuza.

Todos destacaron principios de trabajo en común la búsqueda de la calidad y la evolución tecnológica, además una necesaria proyección en mercados internacionales donde todos son reconocibles como iconos, y algunos como Vega Sicilia, miembros de subastas de coleccionistas.

Pedro Ballesteros MW recalcó que un país productor no tiene relevancia en el mercado global si la menos no cuenta con 50 marcas visibles. “La construcción de la marca es un proceso muy a largo plazo y pasa por la rigurosidad en la calidad y la innovación. La diferencia entre hacer un buen vino y gran vino es la misma que hacer un vino de tendencia o de viñedo singular y entre un vino que tiene estilo propio y que perdure en el tiempo”, comentaron las bodegas del debate. Los vinos que responden al patrón 50+50+50 del ponente impulsado por el Master of Wine tienen además un estilo propio permanente en tiempo, que no está basado en viñedos singulares ni terroirs o pagos seleccionados. Estas marcas se han hecho icónicas gracias a una identidad propia, que en ocasiones puede ser un tipo de vino de larga crianza, una mezcla de distintas añadas, o un cupaje de viñedos de la finca, un ideario que no tiene que ver con las tendencias vinícolas y etiquetados de vinos actuales en el mercado.

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