La bodega cuenta con un patrimonio único y unas fincas privilegiadas. Son 271 hectáreas de viñedo propio, con certificación ecológica desde hace casi 30 años, sobre suelos arcillosos calcáreos con elevaciones desde 180 a 245 metros, en algunas parcelas hasta los 700 m sobre el nivel del mar, y un microclima mediterráneo, protegido de los vientos fríos del norte por la cordillera de Montserrat, son factores determinantes que marcan la personalidad, excelencia y carácter único de sus vinos.
Para la Casa, el compendio de un compromiso con la naturalización de los viñedos junto a la protección de su biodiversidad, el estudio exhaustivo de cada parcela y sus suelos (para determinar la mejor adaptación, reacción y necesidad de cada variedad a los mismos), unidos a una vendimia manual y a un proceso de vinificación no intervencionista a base de mosto flor, son algunas de las prioridades para la obtención de sus elevados estándares de calidad. Fiel a este compromiso, la bodega cuenta con la certificación de “Elaborador Integral”, reforzando así la importancia que, para la familia, tiene el control y trazabilidad de las uvas desde el origen hasta el final para lograr la máxima excelencia en sus elaborados.
Hoy, con Meritxell Juvé, cuarta generación al frente, la bodega visionaria y comprometida con la sostenibilidad, continúa manteniendo su apuesta por la elaboración de largas crianzas y el Brut Nature para reflejar la pureza y la honestidad del terroir a través de sus grandes reservas, llegando a envejecer hasta más de 9 años en rima antes de salir al mercado. Juvé & Camps está presente en más de 60 mercados apostando firmemente por la internacionalización.
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Last modified: March 24, 2024
